España se ha convertido en el epicentro de la Crisis Económica Europea. Ya no se puede hablar de
recesión; España se encuentra en una
Depresión en toda regla con un paro
que supera el 26%, comparable al de
EE UU en el peor momento de la Gran Depresión, y con un desempleo juvenil de
más del 50%...y una imagen que encarece
progresivamente los costes de financiación españoles (la famosa prima de
riesgo).
Y la historia económica española no se parece en
nada a la de Alemania.
España no ha sido una derrochadora
desde el punto de vista fiscal; al
comenzar la crisis tenía incluso una deuda baja y superávit presupuestario.
Desgraciadamente, también tenía una enorme burbuja inmobiliaria…gracias a
los grandes préstamos de los bancos
alemanes (que compraban la deuda española). Cuando la burbuja estalló, la economía española fue abandonada a su
suerte.
Los problemas fiscales españoles son una
consecuencia de su depresión, no su causa.
Y la receta que propone Alemania, una austeridad
fiscal aún mayor, es descabellada, porque hunde a las economías deprimidas…
¿Cuál es la
alternativa? En la década de 1930 (época a la que Europa se parece cada vez más),
el requisito fundamental fue el abandono del patrón oro. La medida equivalente ahora
sería una salida del Euro, y el restablecimiento de las monedas nacionales.
Pueden decir que esto es inconcebible y perjudicial
económica y políticamente…Pero lo que es realmente inconcebible es mantener el
error de imponer una austeridad cada vez más rigurosa a países con este nivel
de desempleo, de la época de la Gran Depresión.
Europa necesita Políticas Monetarias Expansionistas,
una inflación más elevada, para que exista una esperanza de recuperación para
España y los otros países en apuros…
Sin embargo, lo que vemos es una absoluta falta de flexibilidad. En marzo los líderes europeos
firmaron un pacto “fiscal” que establece la austeridad fiscal (recortes)
como única respuesta ante todos y cada uno de los problemas (chocolate para todos).
Y los directivos del BCE declaran su voluntad de
aumentar los tipos a la mínima señal de una inflación más elevada… Es
difícil evitar una sensación de desesperación. En vez de admitir que se han equivocado, los políticos parecen
decididos a tirar su economía (y a la sociedad) por un precipicio. Y el
mundo entero pagará por ello.
Lo dice Paul Krugman…
Mark de Zabaleta
No hay comentarios:
Publicar un comentario